La capacidad de escuchar y reaccionar frente a las demandas del mercado respondiendo con agilidad es, en la mayoría de los casos, el secreto de proyectos exitosos.
En el desarrollo de aplicaciones y software un gran aliado son los microservicios ya que es más fácil y rápido diseñar, probar, implementar y actualizar microservicios que aplicaciones monolíticas.
Gracias al desarrollo distribuido y la posibilidad de desarrollar múltiples microservicios a la vez, hoy en día, las diferentes partes del equipo de desarrollo pueden trabajar simultáneamente en los productos de forma más ágil para ofrecer beneficios a los clientes en menos tiempo.
Etapa en la que analizamos qué tienes y qué objetivo quieres conseguir para diseñar una estrategia personalizada a tu empresa desde la situación en la que partes.
Etapa donde definimos las reglas a seguir para que funcione correctamente la arquitectura de microservicios.
Etapa en la que implementamos los microservicios de tu infraestructura.
Capacita a tus equipos para trabajar de forma más independiente y rápida, esto reduce los tiempos de desarrollo y mejora la rentabilidad de tus proyectos.
Con los microservicios cada servicio se escala de manera independiente. Esto permite a tus equipos adaptarse a las necesidades de la infraestructura, medir el coste de cada característica y garantizar la disponibilidad de un servicio si aumenta su demanda.
Un mismo microservicio se puede reutilizar en varias funcionalidades.
A diferencia de la arquitectura monolítica donde un error puede poner en riesgo todo el desarrollo, con los microservicios si hay un error, las aplicaciones degradan la funcionalidad sin bloquear la aplicación.
Tu equipo de desarrollo contará con la libertad de poder elegir el lenguaje y la tecnología que considere mejor para cada funcionalidad o aplicación.
Respondemos a las preguntas que más escuchamos sobre Microservicios para que no te queden dudas. Si crees que nos hemos olvidado de alguna, contacta con nosotrxs ¡Queremos ayudarte!
Los microservicios pueden definirse tanto como un estilo de arquitectura, contraria a la monolítica, como un modo de programar software. Este enfoque de desarrollo se caracteriza por presentar un software compuesto de pequeños servicios independientes comunicados mediante APIs definidas.
A diferencia de la arquitectura monolítica o enfoque tradicional donde todo se compila en una sola pieza, los microservicios son elementos independientes que trabajan en conjunto para ejecutar las mismas tareas. Cada elemento, es un microservicio.
Una de las principales ventajas de la arquitectura de microservicios es que consiguen aplicaciones más fáciles de escalar y un desarrollo más rápido.
La principal diferencia entre microservicios y servicios web es que cuando hablamos de microservicios nos referimos a un enfoque de desarrollo en el que una aplicación se conforma a través de un conjunto de componentes (o servicios modulares) y en cambio, el concepto de servicios web trata una colección de protocolos o estándares que permite intercambiar información entre dos aplicaciones o dispositivos. Las diferentes aplicaciones pueden utilizar distintas tecnologías y lenguajes, por tanto, esto dificulta su comunicación. El servicio web pone solución a esta problemática a través del World Wide Web (WWW). SOAP y REST son dos ejemplos de servicios web.
La arquitectura de microservicios incluye un conjunto de principios de diseño que dictan como dimensionar un servicio correctamente. Cuando trabajamos con microservicios conseguimos servicios más pequeños, eficientes, flexibles y escalables, algo que no sucede con los servicios monolíticos, cuya escala masiva puede volverse ineficiente. Cada microservicio conforma una unidad independiente dentro del desarrollo de software, con una base de código, base de datos e infraestructura. Esto se traduce en que podemos realizar cambios o reparar errores en un microservicio sin necesidad de interferir en otros ni poner en riesgo a la aplicación completa.
La agilidad que supone implementar soluciones de software con microservicios y su estrecha relación con la filosofía DevOps vuelve cada vez más atractivo este tipo de arquitectura innovadora en el ámbito comercial. En cambio, resulta menos atractiva para soluciones más pequeñas y simples que no sufren cambios frecuentes.
Los usos más habitules de los microservicios son: