¿Qué me ofrece el servicio?
El asesoramiento, la consultoría e implementación de servicios por parte de equipos en continuo análisis de las nuevas técnicas de ciberataques y evolución de las tecnologías de ciberdefensa más novedosas.
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No tendrás que preocuparte de detectar, prevenir y responder a las amenazas, ¡Nos tienes a nosotrxs! Te ayudamos a cuantificar y comprender los riesgos que ponen en peligro la continuidad de tu empresa.
La ciberseguridad es una capa de protección que defiende la infraestructura computacional y todo lo vinculado a la misma, especialmente la información, para evitar cualquier amenaza que pueda poner en riesgo información procesada, transportada y almacenada en dispositivos. Esta práctica se conoce también como seguridad informática o seguridad de tecnología de la información. Leer más +
La ciberseguridad engloba numerosas técnicas, metodologías y herramientas. En definitiva, la seguridad en un ambiente de red es la capacidad de identificar vulnerabilidades y eliminarlas.
En los últimos años, la ciberseguridad se ha convertido en un tema de vital importancia tanto para empresas como para usuarios. Hoy en día, la gestión de la seguridad debe garantizar una protección global e integrada, que cubra amenazas internas y externas y proteja infraestructuras a la vez que datos.
Respondemos a las preguntas que más escuchamos sobre Ciberseguridad para que no te queden dudas. Si crees que nos hemos olvidado de alguna, contacta con nosotrxs ¡Queremos ayudarte!
Cuando hablamos de un SOC, Centro de Operaciones de Seguridad, principalmente nos referimos al equipo encargado de garantizar la seguridad de la información.
El SOC tiene como objetivo detectar, analizar y corregir posibles incidentes de ciberseguridad utilizando herramientas de recogida, correlación de eventos e intervención remota. Se encargan de realizar un seguimiento y analizar la actividad en redes, base de datos, sitios webs, aplicaciones y otros sistemas en busca de anomalías en el comportamiento que supongan un riesgo en la seguridad.
El SOC es responsable de garantizar que los posibles incidentes relativos a la seguridad se identifiquen, analicen, defiendan, investiguen e informen de forma correcta. Normalmente, un equipo SOC está compuesto por analistas e ingenieros de la seguridad, acompañados por gerentes que supervisan las operaciones.
Objetivos de un SOC:
La ciberseguridad es el conjunto de prácticas, tecnologías, procesos y medidas diseñadas para proteger sistemas informáticos, redes, dispositivos y datos frente a ciberataques, accesos no autorizados, daños o robos. Su principal objetivo es garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información digital.
En un mundo cada vez más digitalizado, la ciberseguridad se ha vuelto esencial. Las organizaciones, tanto grandes como pequeñas, y los individuos enfrentan amenazas constantes como ataques de malware, phishing, ransomware, y más. La pérdida de datos, el robo de información personal o financiera y los tiempos de inactividad pueden tener consecuencias devastadoras, desde pérdidas económicas hasta daños reputacionales.
La implementación de buenas prácticas de ciberseguridad no solo protege contra amenazas externas, sino que también ayuda a las empresas a cumplir con normativas y regulaciones sobre protección de datos, como el GDPR en Europa o la CCPA en California.
En la era digital, donde la tecnología forma parte integral de casi todas las actividades cotidianas y empresariales, la ciberseguridad se ha vuelto un elemento crítico para la protección de datos e infraestructuras. Tanto para las empresas como para los usuarios particulares, la ciberseguridad no es solo una opción, sino una necesidad. A continuación, explicamos por qué es vital para ambos.
Las empresas manejan grandes volúmenes de información, tanto interna como de sus clientes y proveedores. Estos datos, como información financiera, datos personales, estrategias empresariales o secretos comerciales, son objetivos clave para los atacantes. Sin las medidas de ciberseguridad adecuadas, una empresa puede sufrir:
Un ataque cibernético puede interrumpir el normal funcionamiento de una empresa, resultando en tiempos de inactividad que pueden ser muy costosos. Por ejemplo, un ataque de ransomware puede bloquear los sistemas hasta que se pague un rescate, y aun así no hay garantía de que los datos sean recuperados.
Cada vez más legislaciones, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en Europa o la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA), imponen obligaciones a las empresas sobre cómo deben proteger los datos de sus usuarios. El incumplimiento de estas normativas puede derivar en multas millonarias y daños reputacionales.
Un ciberataque exitoso no solo afecta las finanzas y operaciones de una empresa, sino que también puede dañar gravemente su reputación. La pérdida de confianza por parte de los clientes o socios comerciales puede afectar las ventas y la lealtad a largo plazo.
Los particulares manejan cada vez más información sensible a través de dispositivos y servicios conectados, como datos bancarios, números de seguridad social, historial médico, contraseñas, etc. Un ataque a su información puede resultar en:
El phishing es una de las amenazas más comunes que enfrentan los particulares, donde los ciberdelincuentes se hacen pasar por entidades legítimas para robar credenciales de acceso o información sensible. La ciberseguridad ayuda a identificar y evitar caer en estas trampas mediante buenas prácticas y herramientas de protección.
Los teléfonos móviles, tablets y computadoras son objetivos clave de ataques de malware. La falta de seguridad en estos dispositivos puede derivar en:
Hoy en día, las personas almacenan gran parte de su vida en el ámbito digital: fotos, correos electrónicos, contactos y más. Una violación de seguridad puede significar la pérdida de recuerdos o información importante, lo que es tanto un daño emocional como un problema práctico.
La ciberseguridad es el conjunto de prácticas, tecnologías, procesos y medidas diseñadas para proteger sistemas informáticos, redes, dispositivos y datos frente a ciberataques, accesos no autorizados, daños o robos. Su principal objetivo es garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información digital.
En un mundo cada vez más digitalizado, la ciberseguridad se ha vuelto esencial. Las organizaciones, tanto grandes como pequeñas, y los individuos enfrentan amenazas constantes como ataques de malware, phishing, ransomware, y más. La pérdida de datos, el robo de información personal o financiera y los tiempos de inactividad pueden tener consecuencias devastadoras, desde pérdidas económicas hasta daños reputacionales.
La implementación de buenas prácticas de ciberseguridad no solo protege contra amenazas externas, sino que también ayuda a las empresas a cumplir con normativas y regulaciones sobre protección de datos, como el GDPR en Europa o la CCPA en California.
las amenazas cibernéticas se han vuelto más sofisticadas, frecuentes y destructivas. Estas amenazas no solo afectan a las grandes organizaciones, sino que también suponen un riesgo significativo para las pequeñas empresas y los usuarios particulares. A continuación, se describen las principales amenazas cibernéticas que predominan hoy en día:
El malware (abreviatura de "software malicioso") es uno de los tipos de ataques más comunes y peligrosos. Incluye una amplia variedad de software diseñado para dañar, robar o infiltrar sistemas. Existen diferentes tipos de malware, entre los cuales destacan:
El phishing es una de las amenazas más comunes y efectivas debido a que se basa en el engaño. Los atacantes intentan obtener información confidencial, como credenciales de acceso o información bancaria, a través de correos electrónicos, mensajes o páginas web falsas que se hacen pasar por entidades legítimas. Algunos subtipos de phishing incluyen:
El ransomware es una amenaza que ha crecido exponencialmente en los últimos años. Consiste en malware que cifra los datos de una víctima y exige un rescate, generalmente en criptomonedas, para liberar los archivos. Si la víctima no paga el rescate, puede perder el acceso a sus datos de manera permanente. Algunas características clave del ransomware incluyen:
Los ataques de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS) tienen como objetivo sobrecargar un servidor, servicio o red con una cantidad masiva de tráfico, lo que hace que se vuelva inaccesible para los usuarios legítimos. Las principales consecuencias de un ataque DDoS incluyen:
La ingeniería social es una técnica en la que los atacantes manipulan a las personas para que divulguen información confidencial o realicen acciones que comprometan la seguridad. Algunas tácticas comunes incluyen:
No todas las amenazas cibernéticas provienen de atacantes externos. Las amenazas internas ocurren cuando empleados, contratistas o socios comerciales con acceso a sistemas y datos comprometen la seguridad intencionada o accidentalmente. Estas amenazas pueden incluir:
Las vulnerabilidades de día cero son fallos de seguridad en software o hardware que no han sido descubiertos por los desarrolladores o que no han tenido tiempo de ser corregidos antes de ser explotados por atacantes. Los ataques que explotan estas vulnerabilidades son especialmente peligrosos porque no existe, en el momento del ataque, una solución conocida para contrarrestarlos.
El robo de identidad implica la obtención y uso no autorizado de información personal para realizar actividades fraudulentas, como abrir cuentas bancarias, solicitar tarjetas de crédito o incluso realizar transacciones ilegales en nombre de la víctima. Este tipo de ataque afecta principalmente a usuarios particulares, pero también puede implicar a empresas si los datos de sus empleados o clientes son robados.